Aprender a manejar las emociones y ser tolerantes desde la infancia

Los niños y el manejo de las emociones. El mejor obsequio para nuestros hijos.

Sin duda alguna, dotar a nuestros hijos de herramientas que les ayuden a  enfrentarse con éxito a los desafíos de la vida constituye el mejor  regalo que podemos brindarles. Un obsequio  que los acompañará permanentemente, ayudándolos a vivir plenamente y en armonía.

El desarrollo emocional de los niños debe iniciarse tempranamente, con información adaptada a su edad,  nivel de comprensión y realidades particulares. Haciendo seguimiento de su desarrollo durante las diferentes etapas de su vida escolar y con el debido acompañamiento y apoyo de su grupo familiar. De esta forma podremos lograr que alcancen su adolescencia y luego su adultez con equilibrio,  buena autoestima, conocimiento y  uso  de sus capacidades, viviendo una vida plena, positiva,  llena de alegría y sentido.

Para lograr un buen nivel emocional y aptitud social, debemos facilitar a nuestros niños oportunidades que les permitan poner a prueba sus emociones, practicar y perfeccionarse en su forma de enfrentar las diferentes circunstancias de la vida.

Nuestros niños deben aprender a:

·         Reconocer y manejar las emociones Tener conciencia de sí mismos. Reconocer sus emociones (Ansiedad, rabia tristeza, alegría, miedo, sorpresa, disgusto), aprender a expresarlas con palabras y explicarlas. Incrementar su tolerancia a la frustración. Aprender a postergar la gratificación.

·         Manejar la ira.  Pensando antes de actuar. Evaluando los elementos de fondo que activaron sus emociones. Expresando sus sentimientos sin agresión. Controlando sus impulsos. Desarrollando una actitud positiva. Aprendiendo a defender sus derechos sin recurrir a la violencia verbal o física. Aprendiendo a diferenciar la hostilidad que proviene de otros de la hostilidad que proviene de ellos mismos.  Entendiendo y expresando sus sentimientos, poniendo limites a  sus reacciones.  Ser responsables de las consecuencias de sus decisiones  y actos.

·         Manejar las relaciones interpersonales. Aprender a trabajar en equipo. Cooperando. Ser empáticos ponerse en el lugar del otro,  respetando las diferencias individuales  en las interpretaciones de los hechos   Practicar la escucha activa, con atención.

·         Aprender Métodos de solución de conflictos. Aprender a utilizar sistemas de resolución de conflictos que les permitan solventar, de la manera más eficiente, enfrentamientos en las clases, en las comunidades donde se desempeñan. Aprender a evitar la violencia verbal o física. Argumentar sin culpar al otro, sin agredirlo, sin insultarlo o descalificarlo. Sin llegar a las manos, sin dejar al otro con la palabra en la boca. Encarar el conflicto sin agresión ni pasividad. No evitar los conflictos, sino resolver los desacuerdos y los resentimientos antes de que alcancen dimensiones inmanejables. Aprender a comunicarse, a no hacer suposiciones, llegar a conclusiones, cuidar de no enviar un mensaje que no pueda ser debidamente interpretado por el otro. Honrar los compromisos asumidos.

·         Aprender el manejo de los miedos. Aprender a afrontar situaciones negativas como sentirse excluido del grupo,  o ser desplazado por compañeros de clase, sentirse objeto de la crítica o de la burla, sentir miedos a expresarse en público, fobias. Aprender a manejar experiencias traumáticas Reconocer las tensiones, los miedos. Aprender que hacer para lograr ser incluidos en los grupos.

Debemos actuar antes de que el niño adopte actitudes problemáticas que sean necesarias corregir con mayor inversión de tiempo, recursos y menor probabilidad de éxito.

Ayudemos a nuestros niños a transformar crisis personales en oportunidades de adecuado manejo emocional. Demos la  oportunidad  de que conversen, en un ambiente controlado por especialistas, de aquellos temas que les preocupan, les inquietan, les emocionan, causan angustia. Esos temas  que se les dificulta compartir con sus padres o sus pares. Dotemos a nuestros hijos del autoconocimiento de sus capacidades, del reforzamiento de su autoestima, entrenándolos en el desarrollo de soluciones creativas a situaciones difíciles, desarrollando mecanismos que les permitan expresarse y resolver de manera adecuada los conflictos.

Konekataremba, haz que todo sople a tu favor